Seguidores

domingo, 24 de noviembre de 2019

Ascenso (2)

Estaba tan henchido de sí mismo el señor de los pantanos, que no había enviado exploradores por delante de su ejército, no intentó ni una sola vez descubrir el verdadero número de sus enemigos, que se habían hecho más fuertes con la unión de los supervivientes del señorío de los prados, la mayor parte del clan Bhalonov. Si hubiera enviado espías se hubiera enterado que el señor Nardiok capitaneada a cuatro mil espadas y ocho mil arqueros siervos de su señorío, a los que se habían unido dos mil espadas y cuatro mil arqueros siervos provenientes de las llanuras, comandados por Ofthar. Además casi mil espadas de los prados y casi cuatro mil arqueros se habían unido a ellos mientras avanzaban hacia la batalla. Nardiok al final, comandaba alrededor de siete mil guerreros y dieciséis mil siervos, un ejército que no debía ser subestimado, cuando el señor de los pantanos solo había logrado llegar a cinco mil guerreros y cuatro mil arqueros, de los cuales tres mil guerreros eran mercenarios, guerreros de otros señoríos, como de los mares, los cielos y los hielos, que se habían unido a su campaña estimulados por el oro de la conquista, el cual no había sido hasta el momento demasiado cuantioso, pero el señor de los pantanos se había esmerado para no reconocer.

Pero lo que no había tenido en cuenta el señor de los pantanos, si lo hacía Ofhar, como general en jefe, asesor y estratega de Nardiok, que mantenía bajo control el avance de su enemigo, su número y su talante. Cada día que pasaba, Ofhar había avanzado hacia lo que creía que era una victoria. Sus espías le daban números, las actitudes y los pensamientos de los enemigos, y poco a poco pudo saber del malestar entre sus enemigos. Pero lo que era más importante fue que Ofhar pudo elegir donde preparar la batalla. Pues el señor de los pantanos parecía creer que ganaría en cualquier lugar. Y con esa idea, apareció en el lugar que Ofhar designó.

El lugar de la batalla resultó ser una zona de colinas bajas, donde el ejército de Nardiok se posicionó en la cima de la más alta de todas. Con los guerreros al frente, ante la ladera descendente y los arqueros detrás, escondiendo su número real. Ofthar estuvo durante el último consejo antes de la batalla, donde su padre expuso su plan, que a estudio de Ofthar, era una verdadera obra de arte militar.

-       ¿Y crees que esta maniobra será bastante para engañar al señor Whaon? -preguntó incrédulo el señor Nardiok, sentado en el trono portátil, en su gran tienda. 
-    Whaon se cree un gran líder militar, la caída de Isma le ha envalentonado y ha llegado hasta aquí sin cerciorarse de cuáles son nuestros efectivos reales. Y ese es su fundamental error. Ahora debemos aprovecharnos de ello. La cima de la colina es nuestra y Whaon no parece interesado en buscar otro lugar para empezar la batalla -explicó Ofhar, mirando a cada uno de los oficiales, a Nardiok y a su propio hijo, mientras señalaba cosas en el boceto que había sacado de la zona uno de sus siervos-. Ofthar mantendrá el flanco derecho de nuestra línea, mientras que Velery -que era el líder de los supervivientes de los guerreros del clan de los prados- se encargará de nuestro flanco izquierdo.


Ofthar reconoció que Velery era el más débil de todo el grupo y por tanto darle todo un flanco del ejército era arriesgado. Pero Ofhar había preferido ese pequeño riesgo a tener a Velery descontento y que durante la batalla cambiará de parecer y se pasará de bando. Al final, Velery no era un Bhalonov, y por tanto no le unía la sangre con Ofhar y por ello podría traicionarlos fácilmente.
 
-       Permitiremos que Whaon observé a las primeras filas de nuestro muro, pero no a nuestros siervos -prosiguió Ofhar-. Descenderemos un poco por la ladera, lo que les invitará a atacar. Cuando estén de camino, nuestros arqueros empezarán a segar vidas. Cuando su muro se rompa, atacaremos y ganaremos. 
-    Una táctica simple, pero magnífica -alabó Nardiok, a lo que ya nadie decidió intervenir.
 
El plan de Ofhar era realmente simple y se cumplió como el estratega había diseñado. Whaon se encontró con los guerreros de la coalición listos, en filas compactas, un muro de escudos que se extendía por la parte alta de la colina, con banderas al viento. Tal como Ofhar había diseñado, el muro dio unos pasos adelante descendiendo un par de filas por la ladera. Lo que envalentonó al señor de los pantanos que hizo avanzar a su propio muro. Más tarde, un asesor militar capturado le había contado cómo habían intentado hacer ver a Whaon que había que esperar a que Nardiok descendiese de la colina, que no había que fiarse de Ofhar, reconocido estratega. Pero no les hizo caso y lanzó a sus guerreros colina arriba perseguidos por sus arqueros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario