El señorío de los ríos
Este señorío es uno de los más grandes e
importantes de los territorios del sur. Se encuentra en la ribera sur del río
Nerviuss, separando el Sur, del reino de Tharkanda al otro lado de las aguas.
Extendiéndose desde las ciénagas de Bhemar hasta las islas donde está erigida
la ciudadela norteña de Yhunddal y los grandes puentes de piedra que las unen
con cada ribera, creando un paso para que los mercaderes y los exploradores
puedan cruzar las aguas bravas del río Nerviuss.
Al sur de las ciénagas los valles se
introducen entre las montañas de la cordillera de Ramshaner, que ya es
territorio del señorío de las montañas. Al sur, tras dejar las últimas montañas
que giran hacia el oeste, se llega a las praderas verdes, y por tanto a la
frontera con el señorío de las praderas. Si viajas al este, siguiendo el camino
que llaman real, hay que cruzar el río Yhandu, afluente del Nerviuss, y tras
él, a muchas millas, se llegara a los lindes de un gran pantano, que a su vez
es la frontera este, entrando en el territorio del señorío de los pantanos.
El territorio actual no es el originario,
sino que se debe a la anexión por matrimonio del señorío de las llanuras que
separaba el de los ríos original, del de las praderas y tras una guerra, con el
de los prados, que se extendía entre el río Yhandu y el señorío de los
pantanos.
Debido a su situación, es un señorío muy
rico, debido a que allí el invierno es menos implacable y duradero que en otros
vecinos del sur. Al estar protegido por las montañas del sur y oeste, así como
tener los cursos del Nerviuss y el Yhandu, sus tierras son muy fértiles, por lo
que tienden a recoger unas buenas cosechas de cereales, vegetales, y pesca. En
las regiones sureñas y cercanas a las montañas, se dedican a la ganadería y a
actividades forestales. Tienen algunas minas, pero dependen más de lo que se
obtiene en las grandes minas del señorío de las montañas. Aun con toda su
riqueza, carecen de grandes ciudades, a excepción de la capital, Bhlonnor,
mandada construir por el señor Nardiok, aunque no sería habitada hasta la
ascensión de su sucesor.
El señorío originario fue creado por
Nardok, cuarto hijo del rey Naradhar III, fundando el clan Irinat. A diferencia
de otros clanes, el de Nardok aún ha subsistido, aunque ahora es un grupo de
nobles menores, simples tharnes que mantienen unas aldeas y unas cuantas
granjas junto a las aguas del río Nerviuss. El señor Nardiok, hijo de Nardok,
murió sin descendencia propia, por lo que tras meditarlo en el consejo de su
clan, designó al hijo de su mejor amigo y canciller como su heredero.
Tras la muerte de Nardiok, comenzó una
época de esplendor y gloria en el señorío, bajo la tutela del clan Bhalonov,
que mantuvo el emblema anterior, el gran Orkkon, pero añadieron la silueta de
un árbol tras la bestia. El primero de los Bhalonov que fue señor, fue Ofthar,
hijo de Ofhar, al que se le dan muchos adjetivos, pero creo que el Justo será
el más idóneo en esta descripción. Casado con la heredera del señorío de las
llanuras, nieta del rey Naradhar III, anexionó este territorio a su ya
aumentado señorío. Las gentes del señorío de los prados le aclamó como su
señor, cuando este expulsó a los invasores de los pantanos, tras batallar
contra ellos.
A día de hoy, su último descendiente,
Osfhart ha sido proclamado como señor de las cascadas, es decir rey de todos
los sureños, su hijo Usbbart, es su heredero, mientras su otro hijo, Osbbar
heredará el liderato del clan y el cargo de gobernador del señorío a la muerte
del canciller Irnash. Su única hija, se encuentra casada con el rey Ivort I de
Tharkanda, convertida en la reina Ingert, lo que ha creado una alianza tanto
política como militar entre ambos reinos.
La religión mayoritaria del señorío es la
tradicional, pero desde la primera alianza entre el rey Shonleck I de Tharkanda
y Osfhart, ha comenzado a extenderse la fe en Bhall, el dios único que es
adorado por los norteños. Se han levantado algunos monasterios y templos,
aunque esta religión solo ha hecho mella en los siervos. Los tharnes y hombres
libres siguen rezando a Ordhin y al resto de miembros de su panteón, teniendo
algunos propios, como:
Sherin, una semidiosa, que mora en el curso de
del Nerviuss, y se la reza para que este nunca se detenga, nunca deje de enviar
sus dones con las aguas del río, pero también para que en su cólera no haga
salirse el río de su cauce. Se cree que es hija de Ordhin con una mortal,
engendrada cuando la mujer se bañaba en el río y por ello Sherin no puede
abandonar las aguas del Nerviuss.
Lhima, hija de Frigha y Lorhk, que se hizo
pasar por Ordhin mediante engaños, para poseer a la esposa del padre celestial.
El resultado de tal acto no debería haber existido, pero Ordhin en su sabiduría
y justicia, perdonó al fruto inocente y una desconsolada Frigha le dio el don
de la regeneración. Se le reza al final de la primavera, para que los primeros
brotes sean lo más espléndidos posibles.
Este señorío, al contrario que
otros, posee parte de su cultura escrita en pergaminos y otros contenedores,
aunque los bardos siguen estando muy apreciados, hasta el punto que a los de
mayor renombre se les da el título de “nushbarghi” o heraldo de Barghi. La
mayoría de composiciones son gestas de batalla, aunque una de la más repetida
es el “cantar de Güit y Ofhar”, en el que se narra una historia de amor sin
precedentes.
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