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domingo, 27 de agosto de 2017

N. G. de G.: Los Señoríos del Sur (2)



El señorío de los ríos


Este señorío es uno de los más grandes e importantes de los territorios del sur. Se encuentra en la ribera sur del río Nerviuss, separando el Sur, del reino de Tharkanda al otro lado de las aguas. Extendiéndose desde las ciénagas de Bhemar hasta las islas donde está erigida la ciudadela norteña de Yhunddal y los grandes puentes de piedra que las unen con cada ribera, creando un paso para que los mercaderes y los exploradores puedan cruzar las aguas bravas del río Nerviuss.


Al sur de las ciénagas los valles se introducen entre las montañas de la cordillera de Ramshaner, que ya es territorio del señorío de las montañas. Al sur, tras dejar las últimas montañas que giran hacia el oeste, se llega a las praderas verdes, y por tanto a la frontera con el señorío de las praderas. Si viajas al este, siguiendo el camino que llaman real, hay que cruzar el río Yhandu, afluente del Nerviuss, y tras él, a muchas millas, se llegara a los lindes de un gran pantano, que a su vez es la frontera este, entrando en el territorio del señorío de los pantanos.


El territorio actual no es el originario, sino que se debe a la anexión por matrimonio del señorío de las llanuras que separaba el de los ríos original, del de las praderas y tras una guerra, con el de los prados, que se extendía entre el río Yhandu y el señorío de los pantanos.


Debido a su situación, es un señorío muy rico, debido a que allí el invierno es menos implacable y duradero que en otros vecinos del sur. Al estar protegido por las montañas del sur y oeste, así como tener los cursos del Nerviuss y el Yhandu, sus tierras son muy fértiles, por lo que tienden a recoger unas buenas cosechas de cereales, vegetales, y pesca. En las regiones sureñas y cercanas a las montañas, se dedican a la ganadería y a actividades forestales. Tienen algunas minas, pero dependen más de lo que se obtiene en las grandes minas del señorío de las montañas. Aun con toda su riqueza, carecen de grandes ciudades, a excepción de la capital, Bhlonnor, mandada construir por el señor Nardiok, aunque no sería habitada hasta la ascensión de su sucesor.

El señorío originario fue creado por Nardok, cuarto hijo del rey Naradhar III, fundando el clan Irinat. A diferencia de otros clanes, el de Nardok aún ha subsistido, aunque ahora es un grupo de nobles menores, simples tharnes que mantienen unas aldeas y unas cuantas granjas junto a las aguas del río Nerviuss. El señor Nardiok, hijo de Nardok, murió sin descendencia propia, por lo que tras meditarlo en el consejo de su clan, designó al hijo de su mejor amigo y canciller como su heredero.


Tras la muerte de Nardiok, comenzó una época de esplendor y gloria en el señorío, bajo la tutela del clan Bhalonov, que mantuvo el emblema anterior, el gran Orkkon, pero añadieron la silueta de un árbol tras la bestia. El primero de los Bhalonov que fue señor, fue Ofthar, hijo de Ofhar, al que se le dan muchos adjetivos, pero creo que el Justo será el más idóneo en esta descripción. Casado con la heredera del señorío de las llanuras, nieta del rey Naradhar III, anexionó este territorio a su ya aumentado señorío. Las gentes del señorío de los prados le aclamó como su señor, cuando este expulsó a los invasores de los pantanos, tras batallar contra ellos.


A día de hoy, su último descendiente, Osfhart ha sido proclamado como señor de las cascadas, es decir rey de todos los sureños, su hijo Usbbart, es su heredero, mientras su otro hijo, Osbbar heredará el liderato del clan y el cargo de gobernador del señorío a la muerte del canciller Irnash. Su única hija, se encuentra casada con el rey Ivort I de Tharkanda, convertida en la reina Ingert, lo que ha creado una alianza tanto política como militar entre ambos reinos.

La religión mayoritaria del señorío es la tradicional, pero desde la primera alianza entre el rey Shonleck I de Tharkanda y Osfhart, ha comenzado a extenderse la fe en Bhall, el dios único que es adorado por los norteños. Se han levantado algunos monasterios y templos, aunque esta religión solo ha hecho mella en los siervos. Los tharnes y hombres libres siguen rezando a Ordhin y al resto de miembros de su panteón, teniendo algunos propios, como:


Sherin, una semidiosa, que mora en el curso de del Nerviuss, y se la reza para que este nunca se detenga, nunca deje de enviar sus dones con las aguas del río, pero también para que en su cólera no haga salirse el río de su cauce. Se cree que es hija de Ordhin con una mortal, engendrada cuando la mujer se bañaba en el río y por ello Sherin no puede abandonar las aguas del Nerviuss.


Lhima, hija de Frigha y Lorhk, que se hizo pasar por Ordhin mediante engaños, para poseer a la esposa del padre celestial. El resultado de tal acto no debería haber existido, pero Ordhin en su sabiduría y justicia, perdonó al fruto inocente y una desconsolada Frigha le dio el don de la regeneración. Se le reza al final de la primavera, para que los primeros brotes sean lo más espléndidos posibles.



Este señorío, al contrario que otros, posee parte de su cultura escrita en pergaminos y otros contenedores, aunque los bardos siguen estando muy apreciados, hasta el punto que a los de mayor renombre se les da el título de “nushbarghi” o heraldo de Barghi. La mayoría de composiciones son gestas de batalla, aunque una de la más repetida es el “cantar de Güit y Ofhar”, en el que se narra una historia de amor sin precedentes.

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