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domingo, 15 de octubre de 2017

N.G. de G.: Los Señoríos del Sur (9)



En el señorío de las cascadas, en lo más al sur, se encuentran dos lugares nominalmente pertenecientes al territorio del señorío de los hielos, pero en los que moran un clan independiente, que nunca han rendido cuentas al señor de las cascadas, ni al de los hielos. Estos lugares son la llanura helada y los bosques de hielo. Sus moradores son un clan nómada, los cuervos negros.


Este clan mora en los bosques de hielo en la época del corto verano y marcha a la llanura helada en invierno. Su estructura social es la de un núcleo gobernante formado por los ancianos y desde ahí van apareciendo los estamentos de guerreros, cazadores, artesanos y los errantes. Su política habitual ha sido la de alejarse del resto de sureños, pero de vez en cuando se han tenido que enfrentarse a ellos, debido a las incursiones de sus vecinos en los bosques, así como la tala para conseguir madera o nuevos campos.


Aunque también en algún caso, grupos de jóvenes cuervos negros, queriendo rememorar un tiempo ya casi olvidado, una gloria pasada, una época en que gobernaban el sur con mano de hierro, abandonan sus remotos parajes y asaltan granjas y aldeas, matando a todo poblador, ya que a ellos no les hacen falta los esclavos, ni las mujeres, melindrosas y débiles. Esas incursiones rápidas, en busca del orgullo de la casta guerrera suele acabar en muerte o entregas para ajusticiar a los guerreros díscolos.


Los ancianos aún hoy recuerdan la cruenta jornada de Amhoro, cuando el clan en movimiento fue cazado por un contingente sin precedentes, dirigidos por el rey Naradhar II, quien movilizó a todo hombre en el sur, para acabar con una serie de matanzas provocadas por jóvenes llenos de locura, que seguían a un orate, Aphat. Aphat aseguraba ser descendiente del gran monarca, llenó de historias de conquistas a sus seguidores y asaltaron a sangre y acero las tierras del señor del hielo, que pidió ayuda a su rey. En Amhoro, el ejército del reino acabó con las vidas no solo de los guerreros, sino prácticamente con la mitad de la población de los cuervos negros. Los supervivientes consiguieron llegar a la llanura helada y allí perder al ejército ávido de venganza. Naradhar II y sus hombres no quisieron entrar en la llanura helada y con las espadas chorreando sangre, retornaron al norte. Los ancianos hicieron que esa jornada quedara recogida en los hitos del clan, para no olvidar la terrible pérdida que ocasionó las locuras de un solo hombre.


Los cuervos negros viven de lo que los bosques y la llanura helada les da. No buscan nada más allá de lo que se ve a simple vista, de lo que toman de la tierra, de los árboles, del fondo de los ríos o bajo la llanura helada. Cazan solo para comer y protegerse, venerando a Ord, el titán ancestral, que creó Ghalessia, por los dones que obtienen. Los cuervos negros solo rezan a Ord, ya que creen que Ordhin y el resto son los enemigos naturales del titán. Más aún, en la religión del resto de los sureños, Ord es pintado como un ser malvado, el líder de los titanes que querían acabar con los mortales, hacerlos su comida, y así hubiera sido si Ordhin no los sometiera, matando a Ord.


Hoy en día, algunos cuervos negros comercian con los mercaderes sureños y las relaciones entre ambos grupos ha mejorado mucho, llegando a acuerdos y estableciendo unas fronteras legales entre las regiones heladas y donde residen los seguidores de Ordhin.

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