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martes, 14 de septiembre de 2021

Lágrimas de hollín (96)

Fhin había llegado a su mansión en la zona de los mercaderes a medianoche. Allí se encontró con Bheldur y Shar. Había que cerrar los últimos flecos de la operación. 

-   Me parece que actualmente el señor Armhus estará a punto de suicidarse -se burló Fhin-. Y no sé por qué Shonet está pasando por algo parecido. ¿Qué pensáis? 

-   Los carros han llegado a nuestro almacén y ahora estarán formando ya parte de la caravana -informó Bheldur-. Nuestros hombres han informado que Shonet llevaba puesta una máscara dorada. 

-   Veo que todo el mundo quiere ser Jockhel -indicó Fhin, que ya había supuesto que el noble haría alguna jugarreta de ese tipo-. Eso quiere decir que los ladrones que capturen en el almacén de Armhus dirán que su líder es Jockhel. Es una jugarreta típica de Shonet. 

-   Eso hará que los imperiales posen su odio hacia ti, quiero decir hacia Jockhel y La Cresta -indicó Bheldur-. Serán implacables. 

-   ¿Se ha empezado con los preparativos en el barrio? 

-   Los civiles están siendo evacuados a otros barrios -habló Shar-. Tenemos muchos amigos en los otros barrios y hay muchos almacenes vacíos. Esta noche habremos sacado a los últimos rezagados. Se han llevado sus enseres más preciados. Los leales saben lo que va a pasar y se esconderán también. 

-   Eso está bien -afirmó Fhin-. ¿Bheldur, nuestra caravana llevaba a todos los viajeros? 

-   Si lo preguntas por la dama Arhanna y su dama de compañía, sí -contestó el aludido-. He tenido que convencer a Usbhalo que no quería dejarte solo en las horas que se acercan. Fibius me ha ayudado con Gholma. Pero los tres han partido con la caravana. 

-   ¿Cómo has convencido a Usbhalo? 

-   Le he dicho que esperabas que protegiese a Arhanna como si fuera un bien preciado para ti -explicó Bheldur, pero al ver que Fhin ponía una mueca de incredulidad-. Vale, le he dicho que Arhanna está embarazada de tu primogénito. Solo con mencionar que la seguridad de ese niño únicamente podía estar bajo su espada ha bastado. 

-   ¿Qué pasará cuando se entere que Arhanna no está embarazada? 

-   Pues lo más seguro es que me muela a golpes -se rió Bheldur, pensando en lo que Usbhalo le haría la próxima vez que se vieran. 

-   Claramente -asintió Fhin-. Nuestro siguiente paso es preparar las trampas por La Cresta. Que el ejército imperial caiga en una maraña de problemas. Los generales estarán molestos y los soldados deseando no quedarse allí mucho tiempo. Por otro lado, creo que hay que asustar más a Shonet. No va a pagar a Jockhel y eso no está bien. Además, hay que colocar los arcones que no viajan en los puntos estratégicos. 

-   Ya lo estamos haciendo -aseguró Bheldur. 

-   En ese caso creo que lo mejor es volver al barrio -indicó Fhin. 

-   Creo que podemos ir mañana con la fresca -pidió Bheldur. 

-   Viejo amigo, incluso a ti te gustan los colchones cómodos -ironizó Fhin-. Está bien, mañana nos trasladamos. Buenas noches.

Bheldur y Shar se marcharon, dejando a Fhin pensando. Las próximas horas serían las definitivas. Los últimos compases de su venganza se cumplirían y él por fin podría descansar. Una nueva vida se abriría lejos de allí, con una mujer hermosa y una familia noble. Sería un cambio total, nacido en el estiércol y moriría en una noble cama, dejando una familia tras sus pasos.

Pero estaba seguro que él no era el único que estaba ansioso por lo que iba a ocurrir en las horas siguientes. El viejo Armhus pensando en cómo jugar sus cartas ante los imperiales. Les había fallado y su poder menguaría. Shonet, temeroso de la ira de Jockhel sabiendo que había perdido su partida con Malven. Lo más seguro que intentase encontrarlo para asesinarlo, él, con sus manos, ya que sus otras estratagemas habían fallado. Incluso el Alto Magistrado estaría en la cuerda floja por alguna razón. Es verdad que no tenía nada pendiente con Dhevelian, pero había algo en él que le daba mala espina y por ello, le había incluido en su venganza. Todos recibirían su justo castigo.

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