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martes, 17 de mayo de 2022

Dinero fácil (16)

Patrick le hizo un gesto a Victor para que abriese comunicación con Lady Khlagga. Victor asintió y en la pantalla integrada en el ventanal apareció el rostro de la tharkaniana. Se podían ver las cicatrices de sus tiempos como esclava y otras que se había ganado en la batalla. 

-   Lady Khlagga siempre es un placer poder hablar contigo -empezó a decir Patrick, lo más humilde y neutro que pudo-. ¿En qué podemos ay… 

-   Déjate de las palabras llenas de zalamería que usas siempre, Dark -espetó Lady Khlagga con sus formas habituales-. Puede ser que sirvan para cautivar a las putas que sueles usar sin pagar. Pero yo no soy una de ellas. 

-   Hombre, Khlagga, no hay que ponerse así, ¿no somos amigos? 

-   Yo nunca me haría amigo de un hombre cobarde como tú -aseguró Lady Khlagga-. Y no estoy aquí para que me engatuses con una conversación mundana de las tuyas. Vamos al grano. 

-   Como gustes. 

-   Entregame esa carga especial que tienes y no pasará nada de nada -ordenó Lady Khlagga. 

-   Creo, Lady Khlagga que hay un malentendido -indicó Patrick, que no estaba seguro que carga quería. No creo que supiera que había cazado a Dhalzo. Además de ser un fugitivo de segundo orden, no iba a sacar mucho por él. Y de su otra “carga” nadie podía saber nada, ni Lady Khlagga. 

-   Has abandonado el sistema Belerock con dos fugitivas -explicó Lady Khlagga-. O más bien con una ladrona y con el juguete de un hombre poderoso. Ese hombre ha puesto una buena recompensa por ellas. Cincuenta mil créditos por ambas. Como solo piensas con lo que tienes entre las piernas, no has revisado a la ladrona, ¿verdad? Eres tan asquerosamente predecible. Si me las entregas, le diré al hombre que te he eliminado, pero os dejaré con vida. 

-   Sigo sin saber de qué hablas -repitió Patrick haciendose el tonto. 

-   No me tomes por idiota, Dark -advirtió Lady Khlagga-. El juguete está marcado y emite con una fuerza importante. No te vas a poder escapar. Sé que está contigo. Mira, te voy a dar una hora para que te lo pienses, hablalo con tu tripulación. Decidid con cuidado y entregadmelas. 

-   ¿Y si no las tengo? 

-   Si las tienes, Dark, pero para que comprendas la realidad de tu situación, yo he sido la primera en llegar -dijo Lady Khlagga-. El dueño de lo robado, ha movilizado a todos los cazarrecompensas de los sectores salvajes. Incluso dicen que tiene militares en nómina. Ellos te destruirán sin miramientos. Yo, como aun tengo algo de honor, te ofrezco una salida honrosa. Mi cliente desconoce quienes han ayudado a escapar a la ladrona. Pero cuando se entere, tendrás una diana muy poderosa en tu espalda. 

-   ¿Una hora? -inquirió Patrick. 

-   Solo una hora -aseguró Lady Khlagga.

Patrick hizo un gesto y Victor cortó la llamada. Los tres se quedaron mirando la pantalla vacía. 

-   ¿Puedes arreglar la nave en una hora? -preguntó Patrick. 

-   Puedo conseguir que hagamos un par de saltos, pero no arreglarla para llegar a Erbock. Necesito un astillero -negó Halwok. 

-   No tenemos el sistema de camuflaje, no podremos acercarnos a ningún astillero en territorio de la República sin tener que dar explicaciones -indicó Patrick, que estaba pensando en su cabeza que es lo que podrían hacer-. Y los puertos especiales están descartados, si encima estamos emitiendo. 

-   Hay que librarse de la señal -aseveró Victor. 

-   Podríamos ir a un astillero civil, conozco un sistema, tendremos que hacernos pasar por militares, pero se podría conseguir -comentó Halwok-. Pero primero hay que hacer lo que dice Victor. 

-   Está bien, primero, Victor, que Valerie y el resto regresen a la nave -enumeró Patrick-. Recupera las sondas a excepción de la que ha encontrado el ordenador central de esta base. Hackealo para poder manejarlo desde el puente. Luego recuperas la sonda. Creo que si jugamos bien las cartas que tenemos podemos quitarnos de encima a Lady Khlagga y devolverle lo de Lharko. Halwok, vamos a ver a nuestras pasajeras. Parece que Durinn tiene que explicarnos alguna cosilla.

Halwok y Victor asintieron. Patrick y Halwok se dirigieron a la escala de descenso. Mientras que Victor se encargaba de avisar a Valerie, así como de manejar sus sondas. La mente de Victor rememoraba el asunto Lharko, un trabajo que habían ido a realizar con Lady Khlagga y que esta se había encargado de fastidiar de forma terrible. Tras ello, Patrick había jurado que un día se vengaría de la tharkaniana y le haría pagar por lo que les costó a ellos, sudor y lágrimas. La muy sibilina les había usado como carnaza para hacerse con un peligroso maleante, pero sin que ella y sus hombres salieran heridos, no como Dark y los suyos. No recibieron créditos y sí juego sucio.

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