Rhennast se adelantó unos pasos y con su gran vozarrón
pidió silencio. Los murmullos de todos los presentes se fueron deteniendo hasta
que solo se escucharon los ruidos de la naturaleza que les rodeaba y el
crepitar de la madera que aún ardía fuera del campamento.
-
Nos hemos reunido aquí para decidir lo que se va a hacer y para
secundar los puestos en el gobierno del señor Ofthar -anunció Rhime con la
autoridad que su puesto de canciller le atribuía-. Que se acerque Elthyn, hijo
de Elthsin.
- ¡Elthyn,
Elthyn! -repitieron más de uno de los que permanecían sentados en los bancos.
Al fondo apareció un joven con cara de miedo. Junto a
él se levantó otro hombre, de mayor edad. Ambos vestían con cotas de malla
ancha y unos petos de láminas. El hombre mayor obligaba al joven a avanzar,
hasta quedar a escasos pasos del sillón de Ofthar. El joven parecía haber
pasado hace poco la madurez.
-
¿Eres Elthyn, hijo de Elthsin? -preguntó Ofthar cuando el joven se
detuvo ante él.
-
Lo soy -siseó Elthyn, en voz baja.
-
Elthsin ha muerto en combate -dijo Ofthar, mirando a los
congregados-. Era el líder del clan Isnark, por lo que se debe elegir a su
nuevo líder. Soy partidario de las tradiciones y por tal creo que lo mejor es
que su hijo Elthyn asuma el liderazgo del clan. ¿Elthyn aceptas ser el defensor
del clan Isnark?
-
Yo acepto tal honor y… -comenzó a decir Elthyn tan generoso como
antes, tras una palmada que le había dado en la espalda el hombre mayor que le
acompañaba.
-
¡No! -exclamó Velery poniéndose en pie y haciendo que todos los
presentes le mirasen, algunos sorprendidos y otros con cara de disgusto-. El
señor de los Ríos no es quien para decidir y nombrar a los líderes de un clan
de un señorío en el que no es nada, solamente un aliado. Esto es una injerencia
de un señor extranjero. Elthyn es un niño tonto que no sabe lo que es el mando.
Yo soy un Isnark y yo me presento como líder del clan.
-
¿Tú? -preguntó con desagrado el hombre que estaba junto a Elthyn-.
Tú no tienes lo que hay que tener para ser nuestro líder. Mi hermano te aceptó
en el clan cuando te casaste con una prima. Accedió a que entraras en la
guardia de nuestro señor, pero no tienes la sangre para dirigir el clan.
-
Elthero, yo soy miembro del clan y tengo tanto derecho como
cualquier Isnark de acceder a su liderazgo -indicó Velery-. He luchado por el
clan con denuedo y por nuestro señorío. Que habéis hecho vosotros, los
hermanos. Tú, tharn de Phalcka, rendiste nuestra ciudadela y huiste a Isma sin
luchar. Tu hermano no defendió Isma como se debía. Ambos sois cobardes y
queréis poner a otro como nuestro líder.
-
No eres quien para llamar a otros cobardes, Velery -acusó Elthero,
furibundo-. No te vi en las empalizadas de Isma cuando el ejército invasor de
Whaon llegaba. No te vi cuando luchábamos en las calles, ni te vi cuando
cruzábamos las espadas y chocaban los muros de escudos, mientras nos retirábamos
por la puerta del oeste. Los Isnark moríamos, perdíamos sangre, pero no veía
que tú estuvieras allí -Ofthar ojeaba las bancadas de Isnark y de los otros
miembros de los clanes que pertenecían al señorío de los prados, todos asentían
a las palabras de Elthero-. Pero si te hemos visto en la batalla de ayer,
cuando nos llevaste a la muerte por tu locura. No tú no dirigirás a nuestro
clan.
-
Eres un loco Elthero y podemos resolver esto con el juicio de
Ordhin y… -insultó Velery.
- ¡Ya
basta! -gritó Ofthar alto de Velery y sus malditas prerrogativas. No iba a
permitir que ese loco accediera al liderazgo de los Isnark, para nada-. En
ausencia del señor de los prados puedo ser árbitro de estos temas. Si no me
equivoco aquí se encuentran los líderes de los clanes de los prados. Ellos
pueden votar entre los candidatos a líder de los Isnark, como consejo de
ancianos de antaño. Que se pongan de pie el líder de los Bhalonov, los Thyre,
los Sheyne, los Fhire y los Shakk. A quien elegís, al heredero de Elthsin o al
aspirante Velery.
El líder de los Bhalonov nombró a Elthyn, como no
podría ser de otro modo, pues se sabía que en el fondo el verdadero líder era
Ofthar, aunque morará en otro señorío. Elthero saludó con la cabeza a modo de
agradecimiento al Bhalonov. El resto de los líderes, señores de clanes pequeños
que habían perdido siervos y hombres de armas siguiendo a Velery, eligieron a
Elthyn ante el estupor de Velery, que no se creía lo que oía. Que los líderes
de los clanes eligieran a la opción de Ofthar lo atribuyó a que estos temían a
los Bhalonov, el único clan que no había perdido demasiados miembros, ya que
Ofhar no había permitido que lucharán en su ala. Su mente discurrió que Ofthar
estaba preparando su acceso a tomar el trono de Isma y que los prados perdieran
su independencia. En su interior, los pensamientos contra Ofthar, su odio hacia
el joven señor, lo inflamaban. Juró que se vengaría por tantas ofensas.
Al final, el joven Elthyn aceptó el dictamen de los
líderes de los otros clanes, mientras Velery se dejaba caer en su asiento.
Cuando Elthero y su sobrino regresaban a sus asientos, Ofthar pidió al joven
que se quedase allí, en las primeras filas, pues tenía una misión para él, lo
que enfureció aún más a Velery, que se removió en su asiento, pero no dijo
nada. El enfado no pasó desapercibido a Ofthar que le controlaba por el rabillo
del ojo.
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