Seguidores

martes, 15 de diciembre de 2020

El dilema (54)

Alvho estaba paseando por el campamento cuando se encontró con un hombre de piel más oscura, ningún sureño tenía ese tono de piel, y menos ese tono tan negro de pelo. Se lo encontró a la vuelta de una de sus salidas para escrutar el terreno. Hacía ya dos semanas que habían puesto un pie en esa orilla del río, y aún no se habían encontrado con ni un solo enemigo. El hombre miraba el foso con auténtica emoción. Alvho descabalgo, le dio las riendas a Aibber y les hizo un gesto para que entrasen en el campamento. 

-   ¿Parece que disfrutas con la construcción del foso? -dijo Alvho, lo cual hizo que el hombre se volviera. Como estaba tan cerca del borde de este, pareció tropezarse. Alvho le cogió antes de que se cayese dentro. 

-   Gracias, me hubiera mojado mucho si me caigo dentro -agradeció el hombre. 

-   Realmente te hubieras muerto -le advirtió Alvho-. Cuando construyeron el foso, lo erizaron de puntas de hierro. Aunque lo más seguro es que la corriente te hubiese arrastrado, el agua pasa por aquí muy rápido. 

-   ¡Hum! -carraspeó el hombre-. Eso no lo sabía. La persona que mandó construir el foso era una persona muy maliciosa. 

-   Más bien una persona muy cauta -negó Alvho-. ¿Conoces al therk Selvho? 

-   ¿Él estaba al mando de esta construcción? -preguntó el hombre como sorprendido, rascándose la barba estrecha y negruzca que lucía en su mentón-. Sin duda parece un buen oficial militar, pero no le creía con nociones de constructor. Este territorio es una caja de sorpresas. Es una suerte que el gran Rhetahl me haya guiado hasta estas tierras. ¡Oh, que tonto! No me he presentado, me llamo Dhalnnar de Shimur. 

-   Encantado de conocerte, Dhalnnar de Shimur -saludó Alvho-. Yo soy el therk Alvho y… 

-   ¿El therk Alvho? ¡Qué suerte! -le cortó Dhalnnar-. El tharn Asbhul me ha dicho que debía hablar contigo sobre la loma de allí. El tharn dice que quieres levantar un torreón o algo parecido sobre ella. 

-   Yo solo le indique al tharn que si aquí iba a reconstruirse una fortaleza, allí debía erigirse una torre de vigilancia. Se ven bastantes millas a la redonda solo en la cima, si hubiese una construcción, pues no habría que exponer a los hombres a partidas de caza o reconocimiento. Les tendríamos controlados y veríamos a los que se aproximan. 

-   No necesitas convencerme -se rió Dhalnnar-. Ya he estado en la loma y tu intuición es buena. He convencido al tharn para que me destine ahí, con unas cuadrillas, roca y demás materiales. El problema es que hay unos cuantos guerreros, jóvenes todos ellos, que parecían custodiar el lugar y me han echado. Cuando me he quejado al tharn, me ha dicho que debo hablar contigo. 

-   Y con razón -aseguró Alvho-. Esos jóvenes son mis hombres. Ven conmigo y te presentaré.

El constructor y Alvho se pusieron en marcha, conversando sobre las obras, que parecían el tema que más le importaba al constructor. Pero pronto Alvho fue consiguiendo información sobre la procedencia del curioso hombre. Provenía de un imperio, una forma de gobierno que Alvho desconocía. Dhalnnar le tuvo que explicar que su emperador, era como un rey de reyes, una explicación que Alvho sí pareció entender. Hace mucho tiempo su emperador fue un rey, con un territorio parecido al señor Dharkme. Pero las guerras y sobre todo las victorias le llevaron a poseer más y más tierras de otros señores y reyes. Cuando había acumulado ya muchos se proclamó emperador, rey de reyes. Pero aún así, siguió conquistando. Aunque la verdad esto lo fueron haciendo varias personas, no un solo individuo, sino una familia, los gobernantes de su país.

Alvho, ávido siempre de información, le escuchaba con deleite, algo que dejó ver en su rostro y espoleó a Dhalnnar para contarle más cosas sobre su país. Era una sorpresa haber encontrado a un sureño con ganas de saber de otras cosas que no fueran sus tierras heladas. De esa forma pudieron recorrer el campamento hasta la loma sin que ninguno de los dos se percatara de que lo habían hecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario