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martes, 12 de abril de 2022

Dinero fácil (11)

Tras unos minutos que le habían parecido eternos a Patrick, en un silencio inoportuno, ya que Victor estaba atento a los sensores y las sondas, llegó Valerie. Informó que a parte de la herida de Dherek, el resto de la tripulación y el pasaje estaban bien, solo algún moratón sin importancia. Toda la mercancía seguía de una pieza, aunque Dhalzo se había estado quejando por el trato miserable que le estábamos dando. Patrick se rió un poco de las quejas del preso y le pidió a Valerie que ocupase su puesto. Necesitaba a todos en el puente.

Entonces en su pantalla empezaron a llegar las primeras imágenes de las sondas. Patrick activó la pantalla holográfica, que aparecía en el ventanal central. Para que los tres pudieran estudiar lo que las sondas estaban grabando.

La base minera era un mazacote sin gracia, pero nadie construía una base de ese tipo para que fuera bonita. Lo que tenía que ser es funcional. Allí se sacaba algo que valía créditos o lo que fuera. 

-   Puedo equivocarme, pero parece una construcción imperial -indicó Valerie. 

-   Estoy de acuerdo con ella -se unió Victor-. Me recuerda a aquella que atacamos en la primera fase, sistema Ellorium, creo. 

-   Sí, se parece mucho, si no recuerdo mal, en esas bases, había hangares de carga -afirmó Patrick.

Siguieron viendo las imágenes de la estructura. Por lo visto, la base estaba construida en el borde de un cráter del asteroide, uno de los más grandes del cinturón. A Patrick le interesaba que minaban allí. Podrían tener suerte y ser algo de combustible. En ese caso tal vez tuvieran una pequeña refinería. Si todo funcionaba, tal vez podría conseguir algo interesante. 

-   Victor, que una sonda baje a la mina, veamos que extraían de este lugar -ordenó Patrick.

Victor asintió y una de las sondas dejó de emitir, por lo que una de las imágenes de la pantalla se ennegreció. Una de las otras dio con uno de los hangares, pero la compuerta exterior estaba cerrada. Patrick chasqueó la lengua. Tendrían que colocarse en alguna esclusa y romper la seguridad de la base para acceder dentro. Pero entonces les sonrió la fortuna o tal vez no, pensó Patrick. Dieron con un segundo hangar. Aquí la compuerta no estaba cerrada, lo que permitía entrar, pero eso indicaba que la base estaba totalmente apagada y el vacío se había introducido. 

-   Nos dirigiremos a ese hangar. Habrá que ponerse los trajes espaciales -indicó Patrick-. Parece que se marcharon con prisa, para dejar la base abierta. Debemos estar en una zona de exclusión. 

-   ¡Hum! -carraspeó Victor-. Detectó que hay gravedad activada dentro. 

-   ¿Como?

Esa información era más preocupante. La base no estaba inactiva. Pero la compuerta estaba abierta. Tal vez otros, chatarreros ya habían pasado por allí, se habían llevado lo que habían querido y se habían dejado las luces encendidas. Podría ser posible, pero prefería no tener más contratiempos en el viaje. La avería fortuita ya era demasiado preocupante en sí. 

-   Victor, introduce una sonda y que revise el interior -ordenó Patrick-. No quiero sorpresas una vez dentro. Podrían estar esperándonos. 

-   ¿Quién? -preguntó Victor sorprendido, ya que ni las sondas ni sus sensores detectaban formas de vida en la base. 

-   Quien sabe, piratas -dejó caer, Patrick, que activó el comunicador de la nave-. Trillizos, a vuestros puestos. Repito, trillizos a vuestros puestos. 

-   ¿Crees que es necesario? -inquirió Victor. 

-   Prefiero ser precavido a acabar muerto -indicó Patrick-. Me gusta mi pellejo.

Victor no dijo nada más, prefería a un capitán cauteloso que a uno loco. A los del segundo tipo ya los conocía demasiado bien. La nave se fue acercando con cuidado a la base. Ninguna de las sondas había encontrado nada cuando Patrick maniobró para entrar en el hangar. Dentro había cajas de mercancías de todo tipo. Si alguien hubiera venido a curiosear por allí después de que se abandonase la base, se habían dejado muchas cosas posiblemente valiosas. Y eso le volvió más cauteloso aún a Patrick, que maniobró la nave, de tal forma que pudieran salir de allí a toda velocidad. Cuando todo estuvo como quería, aterrizó con mucho cuidado. Tras lo cual avisó a Halwok, lo quería en el puente, para decidir su siguiente paso.

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